La pequeña niña se habia levantado muy temprano como cada día. Pensaba en los regalos que le esperaban bajo la ventana. No importaba el frío.
Se calzó sus zapatillas rosas y corrió con pasitos veloces a buscar su premio por un año entero de comportamiento ejemplar. Pero cuando llegó a la ventana y recogió sus zapatitos del colegio se dió cuenta de que... sólo había carbón!! Entonces recordó que mamá algunas veces le había contado: "A los niños que no se portan bien, los Reyes Magos les traen sólo carbón".
No podía creer que Gaspar pensara que se había portado mal este año. No entendía qué había pasado. Casi sin poder evitarlo, las lágrimas empezaron a resbalar por sus ojos mientras mamá entraba en la habitación. Ya ni siquiera escuchaba a su madre cuando le decía: "No llores cariño que es carbón de azucar!". Sólo acertaba a decir: "Pero si yo me he portado bien!!"
Se calzó sus zapatillas rosas y corrió con pasitos veloces a buscar su premio por un año entero de comportamiento ejemplar. Pero cuando llegó a la ventana y recogió sus zapatitos del colegio se dió cuenta de que... sólo había carbón!! Entonces recordó que mamá algunas veces le había contado: "A los niños que no se portan bien, los Reyes Magos les traen sólo carbón".
No podía creer que Gaspar pensara que se había portado mal este año. No entendía qué había pasado. Casi sin poder evitarlo, las lágrimas empezaron a resbalar por sus ojos mientras mamá entraba en la habitación. Ya ni siquiera escuchaba a su madre cuando le decía: "No llores cariño que es carbón de azucar!". Sólo acertaba a decir: "Pero si yo me he portado bien!!"
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